Querida Ciudad de México:
Hay tanto que decirte y agradecerte que no me alcanzaría unas simples líneas para describirlo. Y es que la verdad no sé si fuiste tú quien me enseñó a ser más YO o el paso de los años. Pero quien quiera que haya sido les debo la mejor versión que he descubierto en mí.
Aprendí a andar en metro y esto me ayudo a facilitarme a moverme en diferentes ciudades. Me decían “camina segura, como si supieras donde vas para que no te veas muy foránea” y entonces camino con una actitud de YA SÉ DIRECTO A DONDE VOY, aunque ni rumbo lleve y curiosamente, mi vida pasa igual. No sé a dónde voy, pero sé que voy segura a donde me lleve el camino.
Eres un caos maravilloso. Me mostraste que caminando se disfruta más cualquier lugar y me diste la libertad de bailar en tus calles sin temor a “el qué dirán”. Me sigues dando lecciones que si pudiera regresar el tiempo, quisiera haberlas aprendido antes.
Me curaste el corazón roto y me acobijaste en momentos difíciles cuando nisiquiera nos conocíamos. Me hiciste parte de ti y eso que no nací aquí.
Me respondiste dudas y pusiste a prueba a quienes decían ser mis amigos y me compensaste con otros nuevos.
Y es que a pesar de tu ruido yo siempre encuentro mi calma en ti. Yo que pensé que no duraríamos tanto juntas, hoy son 5 años de plenitud a tu lado y espero me permitas estar más años para conocerte, aunque la verdad, ciento que jamás terminare de hacerlo.
Eres mágica y gracias por darle luz a mi vida.
Feliz aniversario monstruo!💕
Atte.
La morrilla esa de camisa a cuadros que tembló de miedo hace años atrás
Anacaren Gutiérrez Fabián
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