¿Quién soy?
Mi nombre es Anacaren Gutiérrez Fabián (sí, con C y pegado) y soy de uno de los lugares más calurosos sobre la tierra. Mexicali. Situado en la hermosa península de Baja California, México.
Crecí en una linda familia. La mayor de 3 hermanas y el torrente de dudas y de rebeldía que albergaron en la familia Gutiérrez en el momento en el que yo decidí no ser del molde común al que tenía que caber. Llena de vida y un hambre de comerme el mundo, mis ideas y las inculcadas por mis padres llegaban a un cumulo de choques entre más edad tenía y aferrándome a mi fidelidad a mí misma comencé la búsqueda de mi propia vida, mis reglas, mis morales y mis valores que a los años me convertirían en la persona que hoy soy.
¿Quién soy? Soy una mujer chiquita, que a veces tiene que luchar el triple por conseguir las cosas, Soy miedosa pero valiente, romántica y graciosa. Soy abogada y por jugadas del destino me hice creadora de contenido digital, llegando a muchas personitas lindas que hoy forman parte de mi crecimiento y evolución.
Mi historia cambio cuando me fui a vivir a Ciudad de México. Llegue sin empleo, sola, en una ciudad enorme, aterrada y con lágrimas en los ojos, sin nada más que un boleto solo de ida, muchos sueños en la maleta y un deseo de libertad inmenso que esa ciudad me regaló.
Con muchos anhelos, esperanza y sueños. Con dudas y múltiples miedos (aterrada, diría yo). Dejando lo seguro por lo incierto y tirándome al vacío sin saber si volaría o me hundiría. Encontrándome con ideas y costumbres distintas. Una cultura completamente opuesta a lo que yo traía de chip en la cabeza. Una ciudad inmensa, llena de sueños de muchísimas personas de todo el mundo que llegan cada día a encontrarse y hacer realidad lo que el corazón les dicta. Tan llena de caos, pero a la vez, tan llena de paz. Esta ciudad me acobijó, aunque ni siquiera hubiese nacido en ella. La sentía más mi hogar. No juzgaba. No limitaba. Me enseño a volar y a levantarme. A competir, a sobresalir y darme a entender de miles de maneras, que, aunque estuviera habitada por millones de personas, yo no venia a ser una mas del montón. Me aceptó tal cual era y de esa forma, me hizo aceptarme. Rompió todos mis tabús mas incrustados en mi alma, no me dejo rendirme en ningún momento y me dijo que todos los sueños se pueden hacer realidad, solo hay que saber luchar por ellos, ya que no me los iba a regalar.
Aprendí a saborear mi soledad como nunca antes. A tomar una copa de vino en aquella barra de bar y disfrutar los sonidos de mi alrededor. Aprendí a reír fuerte, a hablar con firmeza, aunque estuviese temblando por dentro y me mostró que todo aquello que yo deseaba, con un poquito de fe, se hacía realidad.
Trabajé donde quise y como quise. En las mejores dependencias de gobierno a nivel federal. En lo edificios antiguos que siempre soñé y también en aquellos ventanales modernos que tanto veía en tv. Me enseño que, si quería ver el mundo, no debía esperar por nadie. Que podía comerlo mejor a solas y lentamente. Y fue así que empecé a viajar sola.
Aprendí a viajar sola gracias a que me partieron el corazón y enfrentar mis miedos parece ser mi deporte extremo favorito.
Comprendí que viajar sola me llenaba el alma y alimentaba mi hambre de libertad. Cada vez era mas MÍA. Conocía lugares, mares, cielos, personas, sabores, olores. Almacenaba las sonrisas, los sonidos de la tierra, de los ríos, de las olas. Conocí los colores de las aguas, la arena empedrada y la que era polvo de hada. Empecé a hacer mi propio molde y aceptándome tal cual era dejando mis cicatrices atrás y llenándome de historia en cada atardecer en el mar.
Enfrente uno a uno mis miedos. Y aún sigo en la lucha, ya que estos nunca terminan, pero no hay más que enfrentar lo que tanto terror nos ocasiona y ver que después de eso, solo hay mas camino que recorrer y conquistar.
Siempre me gusto la escritura. Desde que tengo 9 años escribo en un diario y en cada viaje es una aventura e inspiración nueva. Amo la música, porque es quien me inspira en cada estrofa de mi ser.
Mi sueño más grande siempre fue hacer un libro, dejar un pedacito de mi en el mundo por medio de una pasta dura y un par de hojas con letras mías. En el 2021 lo hice realidad tras afrontar un tema de salud severo me hice cargo de mi sueño mas anhelado y lo hice tangible. Esto me dio libertad y me dedique 100% a la escritura y a las redes sociales.
Soy muy apasionada, extremadamente romántica, amo la vida y el amor. Me vuelven loca los pequeños detalles y me aferro a mis ideas porque por ellas estoy aquí. Soy fiel a mi misma y aunque me ha tocado muchos dolores y batallas, incluso, hasta con mi familia, no me arrepiento de luchar para crear mi propio molde y mostrarle al mundo que ser diferente es la mejor elección para estar de pasada en esta vida tan repentina.
Soy alegre, río de simpladas, los ojos me brillan cuando estoy enamorada. Hago cartas con las orillas quemadas, amo las llaves antiguas y los cofres de madera. Me gusta todo lo antiguo y que lleve cierto misterio. Que tenga historia. Me gusta todo aquello que guarda secretos y peleo mi libertad como nadie se ha atrevido a mi alrededor.
Amo con locura mi soledad. Tanto, que quien quiera estar a mi lado tiene que demostrarme que es mejor 2 a 1, porque para mí, no me hace falta nada cuando estoy conmigo. Algunos le llaman egocentrismo, yo le llamo, amor propio.
Se disfrutar de mí. La soledad es un regalo que muy pocos saben apreciar y no una maldición como tanto la suelen encasillar.
Amo el chocolate, me gusta pintar y el mar es mi mayor debilidad y mi gran fascinación. Odio ir al cine, me gustan las canciones viejitas y el vino rosado.
Tengo una obsesión a los recuerdos. Por eso, sigo haciendo diarios. Es mi propia maquina del tiempo. Cada que leo uno de ellos me hace regresar a ese lugar que alguna vez me hizo bien.
Tengo una obsesión a los recuerdos. Por eso, sigo haciendo diarios. Es mi propia maquina del tiempo. Cada que leo uno de ellos me hace regresar a ese lugar que alguna vez me hizo bien.
Tengo una enorme pelea interna contra el tiempo. Siento que es lo más poderoso que existe en esta tierra y que controla absolutamente TODO. Es el único miedo que aún no sé cómo enfrentarlo o desafiarlo, pero intento que nos llevemos bien.
Esto es un poquito de mí. Espero puedas adentrarte e identificarte, pero, sobre todo, a animarte a enfrentar tus miedos, acariciar la soledad, a apreciar los pequeños detalles de la vida y valorar cada tictac del día.
¡Si te da miedo, hazlo con miedo!
Anacaren Gutiérrez Fabián.